Testimonios de miembros de la Familia Marianista


No quería dejar pasar un día más para agradecerle la excelente calidad de seres humanos que son mis hijos al estudiar en el Colegio San José y aprender de los valores que ustedes les han inculcado durante sus años escolares. Nos fuimos muy tristes al graduarse el último de nuestros tres hijos pero nos queda la satisfacción de saber que ustedes siguen al frente de esta maravillosa misión de educar a jóvenes al servicio de los demás. Por favor, hagan extensivo nuestro agradecimiento a toda la facultad y a todos los que siempre han ayudado de una forma u otra en cualquier necesidad que tuvimos.
Esto no es un adiós, sino hasta luego ya que esperamos seguir recibiendo avisos para asistir a las actividades.
Nuevamente mil gracias, con mucho cariño,
Carlos, Mari, Carlos José, Juan Carlos y Jose Balbás
Buenos días a todos,
Es un verdadero honor estar aquí hoy. Mi nombre es Lorenzo Hernández y soy estudiante del Colegio San José, orgullosamente parte del Programa de Ayuda Económica.
Ser parte de esta gran familia ha sido una experiencia que ha transformado mi vida. He crecido no solo como estudiante, sino como persona. He aprendido que el éxito no solo se mide por las notas o los logros, sino por la capacidad de levantarse después de cada caída, de apoyar a los demás y de seguir adelante con determinación. San José me ha enseñado el valor de la disciplina, la importancia de la solidaridad y la fuerza de la perseverancia.
Nada de esto habría sido posible sin el apoyo del Programa de Ayuda Económica. Gracias a este programa, he podido aprovechar al máximo todo lo que el Colegio ofrece: una educación de excelencia, deportes, clubes y actividades que me han ayudado a descubrir mis pasiones y fortalecer mis valores. Más que una ayuda financiera, este programa me ha dado la oportunidad de soñar en grande y trabajar aún más duro para alcanzar mis metas.
Cada uno de ustedes, al estar aquí hoy, es parte de ese sueño. Su apoyo no solo cubre una matrícula o un libro; su apoyo construye futuros, abre puertas y da esperanza a estudiantes como yo que, sin este programa, quizás no podrían vivir esta experiencia transformadora.
Desde el fondo de mi corazón, les agradezco. Gracias por creer en nosotros, por apostar por nuestro futuro y por ser parte de esta misión que cambia vidas. Hoy no solo están jugando golf; hoy están creando oportunidades, sembrando esperanza y dejando una marca imborrable en nuestras vidas.
Que disfruten el torneo y recuerden: cada swing que den es una oportunidad más para que un estudiante siga adelante.
Muchas gracias.